La Explotación Capitalista y la lucha Por El Salario


El sistema capitalista convierte la fuerza de trabajo del obrero en una mercancía que se vende y se compra, una mercancía que cumple todos los requisitos de cualquier mercancía, es decir, que su valor se determina por el tiempo socialmente necesario para producirla. Y producir la fuerza de trabajo significa producir los medios de vida necesarios para reponerla y garantizar la capacidad de trabajo del obrero y su familia: alimentos, vivienda, salud, educación, etc. Toda mercancía tiene un precio, y el precio de la fuerza de trabajo es el salario, que en Colombia cada día rebaja y alcanza menos para el sostenimiento de la familia obrera.
Así como toda mercancía tiene un valor de uso, la fuerza de trabajo de los obreros se usa en la producción capitalista. Pero la fuerza de trabajo se diferencia de las demás mercancías, porque es la única que al usarse produce no solo el valor que el capitalista le devuelve como salario, sino un valor adicional en los productos de su trabajo, el cual se lo apropian los dueños de los medios de producción, como son los Sarmiento Angulo, el Grupo Antioqueño, Ardila Lulle, Femsa Cocacola, etc., quienes han acumulado sus ganancias y riquezas gracias a la explotación de la fuerza de trabajo de los obreros.
Este puñado de magnates que son los dueños de los medios de producción (máquinas, tierra, transportes…) compran la fuerza de trabajo de los obreros para usarla
–léase explotarla- durante ocho horas o más, haciendo creer que la contraprestación salarial entregada para sobrevivir con su familia, equivale al pago de todo el trabajo en la jornada. En realidad el salario solo equivale al valor producido en una parte mínima de la jornada; lo que el obrero produce en el resto de la jornada, es trabajo gratis, plusvalía que se la apropia el capitalista.
Por ejemplo 5000 trabajadores de Femsa Cocacola o más, lo que reciben como salario, lo producen en dos horas o menos, y el mayor valor producido en el tiempo restante de trabajo de las 10 o 12 horas, es plusvalía. Este es el secreto de la explotación capitalista, una relación social que no se puede ver por la apariencia, porque el sistema capitalista está organizado de tal manera que logra mantener y reforzar la mentira de que los obreros viven gracias a los capitalistas, cuando realmente los capitalistas viven gracias al trabajo de los obreros y es gracias a este trabajo que se hacen más ricos y acumulan ganancias.
A esto se le llama sobrexplotación y en las condiciones de Colombia, significa que el salario no alcanza para reproducir la fuerza de trabajo, significa hambre para la familia obrera dependiente del salario mínimo, muy por debajo del alto costo de la canasta familiar. De ahí la importancia de la lucha sindical, única defensa de los obreros para garantizar un salario que realmente sirva para recuperar y reproducir su fuerza de trabajo, o sea su manutención y la de su familia.
Es por ello tan importante que los obreros comprendan que son parte de una misma clase que debe luchar como tal y con independencia de las demás clases, que es justo revelarse contra los jefes burócratas que se dicen ser representantes de los obreros, cuando lo único que hacen es una payasada, porque el salario en vez de aumentar rebaja. Hoy se necesita un alza general de salarios, acorde al alto costo de la canasta familiar, un alza general de salarios exigida ya no a cada patrón capitalista sino confrontando al Estado representante de todos los dueños del capital, con una gran huelga política de masas en la que participen los obreros junto con todo el pueblo.

La lucha sindical por mejores salarios es una lucha de resistencia a la explotación capitalista, que debe servir también a que la clase obrera no se degrade y pueda luchar contra las causas de la explotación, por lo cual la lucha sindical debe ir ligada a la lucha política revolucionaria de la clase obrera que se proponga echar abajo la esclavitud asalariada, que se proponga emanciparse como clase.

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