Palabras del editor
Gaceta Sindical Independiente No. 8
agosto de 2017
Hoy se necesita un paro nacional como el de 1977
El 14 de septiembre se conmemoran 40 años del llamado “paro del 77” ocasionado por la crisis económica, política y social que se vivía en Colombia para el tercer año del gobierno de López Michelsen, este presidente elegido con gran demagogia después de finalizar el Frente Nacional, exacerbó las condiciones de desigualdad social, aumentó la inflación, eliminó subsidios, elevó tarifas en servicios públicos, incrementó el desempleo, propuso una lesiva reforma laboral, congeló la reforma agraria, entre otras medidas económicas que afectaban directamente a las masas trabajadoras; por otro lado estaba empeñado en convertir a Colombia en el Japón de Suramérica, que no era nada distinto a favorecer a los grandes capitales, beneficiando y consolidando los monopolios tanto nacionales como extranjeros.
En este periodo presidencial el Estado era el principal violador de los derechos laborales, por tanto los empleados estatales, entre ellos los maestros se vieron muy afectados, como era un periodo donde existía una más elevada conciencia política en los trabajadores, hasta los estudiantes de primaria y secundaria los apoyaron, este periodo también se caracterizó por las huelgas de solidaridad no sólo entre obreros, también en apoyo a campesinos e indígenas.
Durante las jornadas del 14 y 15 de septiembre de 1977 fue determinante la participación de los trabajadores sindicalizados, que junto con amplios sectores de la población y la ausencia de transporte culminaron con el exitoso paro, que fue más allá de ser laboral, tanto que exigió además del reajuste salarial del 50 por ciento, la congelación de precios y el levantamiento del estado de sitio. Fue una huelga política de masas que sepultó la reforma laboral de López Michelsen.
En las recientes protestas y paros que se vivieron en todo el país, los síntomas son los mismos que en el 77, la pauperización de los trabajadores hoy acentuada cada día por la alta corrupción de los gobernantes que hacen imposible la vida para la gran masa trabajadora, agravada aún más con la entrega de los territorios mineros para que sean explotados por las multinacionales, envenenadas las fuentes hídricas al servicio de la minería e hidrocarburos. Es la historia que se repite con nuevos elementos, pero en manos del hombre está rescatar las enseñanzas del pasado encontrar dónde se perdió la dirigencia, corregir los errores y modificar las condiciones para retomar el rumbo, que sea toda la sociedad la que empuje hacia un mejor futuro para acabar con el sistema de avasallamiento y degradación que hoy la consume.
Estos paros también, señalan el sempiterno abandono especialmente en el Chocó, la falta de vías, seguridad, hospitales, agua potable, cumplimiento de acuerdos, educación; los maestros prolongaron el paro no sólo por reivindicaciones económicas, sino por calidad de la educación, los empleados estatales se quejan de desniveles salariales e inestabilidad laboral, los taxistas cada vez perciben menos ingresos, los desplazados por la violencia exigen recuperar sus derechos. Sin embargo en las últimas décadas las luchas han sido aisladas, por lo tanto débiles, esto no ha permitido obtener beneficios laborales y en cambio el capitalismo ha arrebatado muchos derechos a los trabajadores.
En la pasada huelga de los maestros, los representantes que firmaron el acuerdo con el que se puso fin al conflicto tuvieron muy buen cuidado de ser laxos con las fechas e imprecisos con las palabras de tal forma que si bien el documento recoge los puntos que abordaba el conflicto, tanto descuido en su contenido hace casi imposible precisar cuáles fueron los acuerdos concretos a los que llegaron y en cuanto tiempo se va a producir su cumplimiento.
Las luchas para que produzcan frutos deben concentrarse, todos unidos por la misma causa, agrupar las peticiones comunes y todos los remeros empujar el barco para el mismo lado, los trabajadores deben elegir dirigentes que sí representen sus intereses de clase, que sean independientes de la burguesía, que no concilien, que no entreguen sus derechos, solo así se podrá pensar en un paro tan grande o más que el que conmemoramos el próximo septiembre, o en una gran huelga política de masas.
En un país donde los trabajadores llevan cuarenta años perdiendo derechos, sus luchas son muy dispersas, aunque hay varias centrales obreras estas no cumplen su misión, su verdadero rol ha sido dispersar las luchas, cerrar malas negociaciones colectivas, desarmar constantemente a los trabajadores, no dar educación sindical, muchas de sus nuevas convenciones y pliegos de peticiones son retazos incoherentes, ya es hora de cambiar esa falsa dirigencia, ya se les cumplió su hora, ¡no dejan avanzar!
Gaceta Sindical Independiente No. 7
abril de 2017
Hora de revivir el ejemplo de los Mártires de Chicago
"No estén tan contentos con la derrota (de Hitler). Porque aunque el mundo se haya puesto en pie y haya detenido al Bastardo, la Puta que lo parió está caliente de nuevo".
Esta visionaria sentencia de Bertolt Brecht, ha estado vigente desde el triunfo sobre el fascismo en la Segunda Guerra Mundial, hoy más que siempre cobra valor porque el capitalismo está caliente de nuevo, sus crisis las resuelve con guerra, los muertos los pone el pueblo. En Siria, Irak, Afganistán, Palestina, Sudán, Yemen, Turquía, Francia, Ecuador, Venezuela, Colombia y otros que nos cuesta localizar en el mapa Chi-kiang en China, Cabinda en Angola, Ogaden en Etiopía, Jammu y Cachemira en la India.
En todos los recodos del planeta existen hermanos de clase que en mayor o menor medida están humillados y explotados por las fuerzas del capitalismo, el cual cuenta con infinidad de recursos para impedir la resistencia por parte de los agredidos, tales como la fuerza armada del Estado, los partidos políticos corruptos, la religión, los regímenes educativos, los medios de comunicación oficiales, los no oficiales, la legislación, el oportunismo y todos los que están a su alcance para preservar su régimen de explotación y muerte.
El mundo está a la expectativa de los lobos mostrándose los dientes para ver quién tiene más fuerza para quedarse con la presa. Esto es, los ataques terroristas más abiertos de los países imperialistas mostrando sus armas y amenazando con desatar una guerra más feroz de la que ya existe; en medio está la población inerme junto con los recursos naturales que son la presa que todos ellos quieren, fuente de sus inconmensurables ganancias.
Todos estos acontecimientos atentan contra los pueblos, sus intereses, sus necesidades, además son utilizados como carne de cañón, unos para que empuñen las armas en favor de los capitalistas y otros para que pongan el pecho a las balas sembrando la tierra de muerte.
Las degradantes condiciones de existencia de la mayoría de seres humanos, por cuenta del afán de ganancia del capitalismo, las extenuantes jornadas laborales, los miserables salarios, la desprotección a nivel de salud, de educación, de recreación, en fin de poder vivir como un ser humano con necesidades materiales y espirituales, unidas a la crisis capitalista que amenaza con una nueva guerra mundial obliga a los trabajadores a tomar partido de manera consciente, a tomar partido en defensa de la humanidad entera y de la naturaleza.
El Primero de Mayo fecha memorable para la clase obrera debe ser una ocasión para levantar las banderas de la clase obrera, de los explotados, mostrar que el mundo se puede salvar, que solo el pueblo salva al pueblo, no esperar que venga un salvador supremo, que la unidad de la clase forjada con sus propias ideas es el camino para evitar que la humanidad entera sea consumida por la rapiña de los depredadores capitalistas que están alineándose para esclavizar aún más al ser humano y destruir el planeta que habitamos.
El Primero de Mayo debe revivir el ejemplo heroico de los Mártires de Chicago que se atrevieron a cruzar la barrera de prohibiciones del sistema que los ataba a la máquina, al trabajo y al dueño que pagaba por su vida y su espíritu un miserable salario mientras que la holgazana vida del capitalista derrochaba a manos llenas el dinero que dejaba de pagarle al obrero... igual que hoy en todos los rincones del planeta, incluidos los países que se hacen llamar “socialistas”.
La situación mundial de guerras por doquier, de hambrunas, de matanzas, de desplazamientos, de explotación inmisericorde, de afán infinito de ganancias para unas pocas aves de rapiña capitalistas mientras el resto del mundo se debate entre la miseria que dejan a su paso los arrasadores del planeta, son razones más que suficientes para que este Primero de Mayo salgan masivamente los trabajadores a manifestar su descontento y a levantar banderas de unidad y de lucha por todo el orbe.
Tal como en 1886 los Mártires de Chicago lograron con su sacrificio obligar a la burguesía a disminuir las extenuantes jornadas de 12 y 14 horas a ocho horas diarias, así los trabajadores de hoy tendrán que recuperar este derecho y todos los demás que se han perdido y conquistar nuevos.
La Escuela Sindical María Cano invita a recuperar la verdadera esencia del Primero de Mayo con espíritu combativo de unidad, y a izar la bandera de la independencia de clase; diferenciándose del patronalismo que ha tenido postrada a la clase obrera durante los últimos años ¡No más sindicalismo burgués!
Gaceta Sindical Independiente No. 6
febrero de 2017
Reforma tributaria: los ricos dilapidan, los pobres pagan
El gobierno de Santos alegó la necesidad de
tapar el hueco fiscal y ganar la confianza de las calificadoras internacionales
que junto con la OCDE le exigían promover, presentar y hacer aprobar la anti-popular
reforma tributaria.
La causa principal de los seis billones de
pesos de déficit en el presupuesto de la nación, está en los robos continuados
que gobierno tras gobierno han ido mermando sus arcas, entre otros están los
sobre-costos en la refinería de Cartagena, la destrucción y de nuevo
construcción de la Avenida 26 en Bogotá y otras rutas interdepartamentales para
beneficiar a ladrones como los hermanos Nule y Odebrecht, la destrucción y
vuelta a construir del aeropuerto Eldorado en Bogotá para beneficiar al
Consorcio Opaín y muchísimos más cuyo listado no cabría en esta página. Estas
empresas recibieron contratos sin llenar siquiera los requisitos legales, es
decir adjudicaciones a dedo porque sus amigos y socios corruptos estaban dentro
del gobierno, además de otras triquiñuelas que tienen en la bancarrota al país
con la intermediación de todos los politiqueros de turno que, adicional a sus
millonarios sueldos, reciben multimillonarios dividendos de los contratos y
ahora quieren que sea el pueblo el que pague sin haber recibido ningún
beneficio, porque hay un montón de obras inconclusas, o mal diseñadas o
simplemente la plata se ha desembolsado y la obra no existe.
Meses antes de la aprobación de la reforma
tributaria se fraguó una fuerte campaña publicitaria gubernamental, con la
complicidad de los medios de comunicación escritos, televisados y radiales,
anunciando que iban a cobrarle impuestos a las bebidas azucaradas, a las
empresas sin ánimo de lucro, a las iglesias, entre otras falacias, creando en
la opinión pública la expectativa de que esta vez quienes iban a pagar por los
robos continuados eran los capitalistas.
Como se ha vuelto costumbre, dos días antes
de los festejos de fin de año que sirven como cortina de humo para engañar al
pueblo, la reforma fue aprobada con la consabida irresponsabilidad por parte de
los congresistas, a “pupitrazo limpio” -sin examinar su contenido- de tal forma
quedaron grabados muchos artículos de la canasta familiar; insumos y
herramientas agrícolas; un nuevo impuesto a la gasolina (este afecta
directamente el transporte de alimentos); el impuesto al valor agregado (IVA)
del 16% subió al 19% en muchos productos de uso básico para la mayoría de
colombianos.
Sin embargo hubo otros rubros
inexplicablemente exentos de impuestos como el armamento militar; aceites de
palma; compras efectuadas en las zonas francas; alcohol carburante;
biocombustible de origen animal o vegetal y otros más.
No hay que tener experticia para concluir que
la reforma tributaria se fabricó expresamente para favorecer a los grandes
empresarios y cargar a los trabajadores el pago del déficit fiscal, producto de
la corrupción traducida en desfalco a las arcas de la nación de la cual son
responsables los gobernantes y todos los politiqueros, pues el que menos roba
se queda callado frente a los grandes desfalcos de los otros, esperando su
turno, o para ponerlo como lema de campaña en las elecciones que se aproximan.
La reforma tributaria que representa una
mayor rebaja salarial, concertada al final de cada año, se impone a los
trabajadores con el beneplácito del congreso, los partidos políticos y las
centrales sindicales. Los jefes de estas últimas mantuvieron desmovilizados a
los sindicatos que dirigen, apartándolos del rechazo y el clamor del pueblo
contra este zarpazo a su precaria economía. Aunque tienen toda la posibilidad
de organizar a los trabajadores no lo hacen porque están entregados a la
burguesía y sirven al capital. Los trabajadores no pueden seguir creyendo en
las promesas falsas de tanto oportunista, deben fortalecer los sindicatos con
independencia de clase, crear nuevos donde hacen falta y prepararse para frenar
la arremetida del gobierno y los capitalistas contra su salario. La historia ha
demostrado lo que se puede hacer con organización, unidad e independencia. Es
hora de trabajar en ello para reconquistar los derechos.
Gaceta Sindical Independiente No. 5
diciembre de 2016
La cut entrega fondos de los trabajadores a
la burguesía
Tanto ha
degenerado la dirección burguesa en la Cut
que ahora sin la menor explicación desviaron cien millones de pesos
($100.000.000) de los aportes de los trabajadores para la reciente campaña
burguesa de “la paz” cambiando el destino natural de los recursos como si de su
dinero se tratara, olvidando los ingentes sacrificios que tienen que hacer los
trabajadores para sostener a las centrales todavía con la esperanza de que estas
luchen por sus derechos.
El Comité Ejecutivo de la cut dice que fue un espaldarazo político a los
acuerdos celebrados en La Habana, y continúan el engaño afirmando que con los
mencionados acuerdos los trabajadores se pueden desprender de la confrontación
armada, mentira demostrada por los mismos hechos recientes de otros grupos y
bandas armadas, pues esta guerra no depende de la voluntad política de los
contendientes sino de los jugosos intereses económicos que se disputan.
Durante los 30
años de existencia de la cut, sus
directivos junto con los de las otras centrales, se han aliado con el Estado y
los patronos para rebajar los salarios y los beneficios laborales. En el 91
permitieron que pasara la Ley 50, en el 93 la Ley 100, permitieron quitar el
recargo nocturno y las horas extras, han patrocinado todos los años la rebaja
del salario mínimo adjudicándose el derecho a representar a los trabajadores en
los acuerdos con el gobierno. La más reciente movilización que organizaron en
contra de la reforma tributaria la consideran exitosa como si esto fuera
suficiente para echar atrás tan oprobiosa reforma que causará mayor pobreza en
la clase trabajadora.
Los directivos
de las centrales hace mucho tiempo se olvidaron qué es ganarse un salario
mínimo, laborar 8 ó más horas, sufrir burlas, demoras y negativas en las Eps, utilizar el servicio público de
transporte, y algunos ni siquiera han sido obreros o trabajadores de alguna
empresa, han crecido como parásitos a costa de los trabajadores y hoy no se
sabe cómo los nombran directivos. Por otro lado no se debe olvidar que por los
favores recibidos el Estado ha premiado a sus presidentes con el cargo
principal en el Ministerio del Trabajo.
Los trabajadores
afiliados a los sindicatos en Colombia aportan el 1% de su salario mensual con
el fin de sostener la organización sindical. Los aportes son de vital
importancia para ser utilizados en los conflictos que afronta el sindicato
contra el patrón y en particular en casos de huelga se deben tener la mayor
cantidad de recursos, económicos entre otros, para que la huelga no fracase por
su carencia y para que los trabajadores puedan resistir la mayor cantidad de
tiempo en esa forma de lucha.
Así, las
centrales obreras reciben múltiples aportes de sus afiliados, sin embargo no rinden
cuentas de qué hacen con el dinero, lo único claro es que no lo invierten en
las tareas sindicales de los trabajadores, no respaldan sus luchas, los
despidos no se denuncian, se dejan en el olvido y tampoco son divulgados en las
propias empresas donde ocurren. Los directivos de las centrales actúan como el
patrón, haciendo matoneo y acoso de todo tipo a los afiliados para
amedrentarlos e impedirles que les exijan cuentas de las finanzas, que les
reclamen por su traición y pasividad en la defensa de los derechos de los
trabajadores y por sus “capacitaciones” encaminadas a debilitar la lucha.
No se entiende por qué, los sindicatos que
están afiliados a las centrales obreras están obligados a aportarles una cuota
mensual, pagarles por los asesores sindicales que les asignen, pagar las
capacitaciones y asesorías legales específicas, aportar para la realización de
congresos y campañas politiqueras, si los directivos de estas centrales han
demostrado día tras día, negociación tras negociación, que su único interés es
rendirse ante los patrones y el Estado en contra de los intereses de la clase
obrera.
Es indispensable desenmascarar a estos
traidores esquiroles para que sean los propios trabajadores quienes dirijan sus
luchas, con independencia de la burguesía y de los jefes burgueses de las
Centrales.
Ni por el SI ni por el NO en el Plebiscito
¡No Votar! Es la Respuesta de los Obreros a Esa Farsa
El plebiscito es un procedimiento mediante el
cual el gobierno va a someter a votación popular una pregunta frente a la que
se desató una fuerte campaña publicitaria para que se vote por ella aún antes
de conocerse su contenido.
En el
Plebiscito están unidos santistas, uribistas, jefes sindicales, politiqueros de
“izquierda” y de derecha, el clero y los militares; todos chantajean al pueblo
para que voten por el Sí o por el No, porque así supuestamente conseguirán la
paz.
El Plebiscito es parte de la falsa democracia
burguesa, pero es útil para legalizar otra falsedad llamada paz que traerá más
riqueza para los ricos, quizá el premio Nobel de Paz para el Presidente, para
inflamar su ego y con seguridad más pobreza para la inmensa mayoría.
El gobierno llama a que los colombianos voten
SÍ, pues sus intereses de clase están por legalizar el despojo a los campesinos
para impulsar el capitalismo en el campo. Quien no lo haga es considerado
enemigo tanto del gobierno como de la paz.
Los Uribistas prefieren que la gente vote NO,
aunque sus intereses de clase son los mismos que representa el gobierno
santista, sus contradicciones radican en la defensa de su ganancia de guerra en
la cual tuvieron y siguen teniendo amplia participación como despojadores.
Un tercer bando que se lanza de cabeza
apoyando al gobierno para votar SÍ, está compuesto por los partidos de
“izquierda” y los jefes de las Centrales obreras, cuyo compromiso indiscutible
es con la burguesía, de la cual son sus voceros al interior del movimiento
sindical. Siempre defendiendo al pueblo con las palabras y traicionándolo en
los hechos, fieles al principio fundamental del sindicalismo burgués cual es la
conciliación y concertación de clases.
De ahí la costosa, persistente y enorme
propaganda de todos los partidos e instituciones para inocular por todos los
poros a la población la idea de votar, votar, votar, sin que al final importe
que el voto sea nulo o en blanco, pues todos valen para legitimar la farsa, por
eso el Estado “premia” con descuentos y tiempo libre a quienes voten.
El pugilato entre Santos y Uribe es por un
botín de guerra y en la mitad de esa guerra están las víctimas del despojo
cometido por las FARC, los paramilitares, los terratenientes, los burgueses y
los imperialistas. Estas víctimas son los trabajadores, los campesinos, los
desplazados y toda la población afectada por el vaivén de la política corrupta
que nutre la guerra.
El acuerdo de paz que firman en La Habana así
se ratifique con el plebiscito no va a conseguir la paz tan anhelada por el
pueblo como creen ingenuamente muchos obreros engañados por los jefes
sindicales gobiernistas. La guerra continúa porque las contra-dicciones que la
ocasionan no se resuelven con una firma, porque continúa la lucha por las
ganancias extraordinarias que se originan del despojo y de la explotación de
mano de obra campesina y de trabajo asalariado en negocios tan rentables como
la minería, el petróleo, la coca y demás plantaciones.
De falsa paz acordada hay varios ejemplos en
el mundo, en países como Ruanda, Sudáfrica, El Congo, El Salvador entre otros,
ya pasaron por ese proceso y sus pobladores están en peores condiciones. En
Colombia también se vivió —en Santa Fe de Ralito, departamento de Córdoba—con
entrega de armas, desmovilizados, firma de acuerdos entre el gobierno de Álvaro
Uribe y los paramilitares. Con todos esos protocolos y farsas, las
contradicciones fundamentales no desaparecieron ni los paramilitares tampoco,
la guerra contra el pueblo no disminuyó, el despojo a los campesinos continuó.
Mientras firman la paz con los paramilitares
o con las FARC el Estado ataca a los indígenas, campesinos, trabajadores
sindicalizados, la policía sigue disparando a matar en las manifestaciones y en
los mítines. Se ha aumentado la pobreza, la inseguridad, la indigencia.
Aunque han aumentado los aportes, impuestos y
tarifas de servicios públicos, ya se anuncia una inevitable reforma tributaria
que sobre todo subirá más los impuestos a los pobres como es el caso del IVA.
Han rebajado los salarios, el empleo y las garantías sindicales. La salud está
desapareciendo.
Los trabajadores son los más interesados en
la paz, pero en una verdadera paz, que se obtenga erradicando de raíz las
causas de la guerra, del despojo y de la explotación a la que hoy están
sometidos.
Los trabajadores que piensan y actúan con
independencia de clase tienen sobradas razones para decir, NI POR EL SI NI
POR EL NO EN EL PLEBISCITO ¡NO VOTAR! ES LA RESPUESTA. Posición
independiente y correcta para distanciarse de los Uribistas que votan no
porque conviene a sus intereses; distanciarse de los Santistas que votan sí porque
conviene a sus intereses, y distanciarse de los jefes de las centrales obreras
que votan sí porque son traidores. Son traidores porque su actual
orientación está encaminada únicamente a hacer alharaca por el plebiscito, las
luchas de los trabajadores quedan estancadas como si no existieran los
atropellos. Todas sus baterías están puestas en el plebiscito, los trabajadores
solo existen para que voten y distribuyan su publicidad y hagan eco de su
campaña burguesa a favor del plebiscito.
Los trabajadores honestos y conscientes NO
VOTAN, no se comprometen con los intereses de la burguesía, no son corifeos
de sus políticas antiobreras; si su pensamiento es independiente, sus actos
deben corresponderse, NO VOTAR es cuestión de conciencia, NO VOTAR
es independencia de clase, NO VOTAR es alejarse del Uribismo y del
Santismo, NO VOTAR es la respuesta correcta de los trabajadores frente a
la hipócrita democracia del Plebiscito.
Los trabajadores están llenos de motivos para
continuar la lucha, deben reconquistar lo perdido y luchar por los intereses de
su clase. No deben dejarse llevar por espejismos que lo distraen de sus
intereses más sentidos.
Julio de 2016
NO A LA FARSA DE LA PAZ, LUCHEMOS POR LA INDEPENDECIA DE CLASE
Bajo
la bandera de los diálogos de paz del Gobierno de Santos con las Farc en La
Habana, se han arrastrado la gran mayoría de los dirigentes sindicales de las
centrales obreras. Por ello la Escuela Sindical María Cano en defensa de la
independencia de clase del Movimiento Sindical, reafirma su denuncia a la farsa
de presentar esa negociación como la paz para el pueblo, por ser un gran engaño
para los trabajadores.
Mientras se habla de paz en La Habana, a la clase
obrera y al pueblo colombiano se les impone una avalancha de leyes, medidas y
hechos reaccionarios y antipopulares tales como el Decreto 583 que generaliza
la tercerización laboral; privatización de empresas como la ETB; despidos de
trabajadores enfermos; rebaja del salario; alza en impuestos y servicios
públicos; asesinato de dirigentes y activistas sindicales, sociales, campesinos
e indígenas; mayor criminalización de la protesta popular con el Código de
Policía. Mientras Santos habla de paz le hace la guerra al pueblo colombiano.
En cuanto a las Farc, desde hace tiempo dejaron de
ser una expresión armada de los campesinos para convertirse en aliadas de las
explotadoras clases dominantes, como lo confirma el abrazo de los jefes guerrilleros
con los enemigos del pueblo a cambio de una tajada del despojo y de unos cargos
en las instituciones del Estado.
Con la firma de la paz en La Habana se está
refrendando el despojo de los campesinos y afianzando el desarrollo del
capitalismo agrario a sangre y fuego como lo han hecho la empresa Argos y el
Grupo Sarmiento Angulo entre otros muchos, que compraron a precio de huevo la
tierra arrebatada a los campesinos cuyo destierro sobrepasa los 7 millones de desplazados. A los jefes de las Centrales
Sindicales se les “olvida” el enriquecimiento de los grandes capitalistas a
cuenta de los pobres del campo; pero en cambio esos jefes remarcan el apoyo a
la falsa paz de Santos y lo peor es que convocan a los Sindicatos a
respaldarla; es decir, a respaldar el gran negocio que han hecho los
capitalistas en esta guerra, a quienes solo interesan los trabajadores del
campo en calidad de nuevos esclavos asalariados, sin tierra y con mano de obra
barata.
En el Movimiento Sindical se señala a quienes dicen
la verdad sobre el significado de este acuerdo de paz y a quienes muestran que
la democracia de los ricos es dictadura para el pueblo como enseña la historia
de las sociedades divididas en clases. Esta estigmatización es un ardid para
engañar incautos, pues son los dirigentes de las Centrales Sindicales, quienes
ponen a los obreros en la falsa disyuntiva de escoger entre Santos o Uribe,
cuando en los hechos esos jefes sindicales al apoyar la reelección de Santos y
a su farsa de paz, en realidad respaldan la política fundamental de las clases
dominantes: explotar al pueblo y reprimirlo bajo su dictadura. Santos y Uribe
han sido jefes burgueses de la guerra contra el pueblo; ambos representan
intereses de clase reaccionarios; ambos son beneficiarios del despojo a los
pobres del campo. Sus diferencias frente al Acuerdo en La Habana, equivalen a
las diferencias de los bandidos por el reparto del botín. No hay opción para
escoger, ambos son nocivos.
La Escuela Sindical María Cano no apoya la mentira
de que la paz de La Habana es paz para los trabajadores. Como institución
educativa de los obreros tiene la obligación de hacerle saber al Movimiento
Sindical que la paz de los ricos es guerra contra el pueblo, quien durante los
cuatro años de los diálogos ha padecido el incremento de los atropellos, de los
despidos injustos, del hambre y la miseria.
El compromiso de los Jefes de las Centrales
Sindicales con la política pacifista de los patronos y el gobierno,
muestra la urgencia
de rescatar la
independencia de clase del
Movimiento Sindical con respecto al Estado, a las clases dominantes
pro-imperialistas y a sus partidos, para que pueda de verdad defender los
intereses obreros, unir y dirigir la lucha de los trabajadores del campo y la
ciudad.
Gaceta Sindical Independiente No. 2
Mayo de 2016
LOS OBREROS DE CHICAGO NO CONCILIARON ¡LUCHARON!
Han transcurrido 130 años desde aquella
histórica jornada de lucha del Primero de Mayo de 1886 cuando la clase obrera
internacional representada en las calles de Norteamérica por obreros
provenientes de todos los rincones del mundo sin distingo de nacionalidad,
idioma, convicciones políticas, credo, raza o sexo, se movilizaron como un solo
cuerpo, por conquistar la reivindicación de 8 horas de trabajo, 8 horas de
descanso y 8 horas para otras actividades (educación, organización, lucha,
cultura, recreación…). Tan solo un año después de este acontecimiento los
principales dirigentes de este movimiento obrero de Chicago, estarían, unos
condenados a prisión perpetua, otros colgados en la horca, como en su momento
lo dicto la “justicia” burguesa, que no podía perdonar semejante afrenta al
poder del capital como fue organizar a los trabajadores para exigir con la
lucha directa su reivindicaciones.
Es precisamente en memoria de los mártires y
de los huelguistas de Chicago, quienes demostraron en la práctica el poder de
la unidad internacional de la clase obrera y de su lucha a muerte contra la
explotación del hombre por el hombre, que en esta fecha los obreros de todo el
mundo afianzan sus lazos de unidad y solidaridad, levantan sus puños y su voz
en actitud combativa, bajo la bandera del internacionalismo proletario.
Por su parte las clases dominantes han
pretendido desde siempre desvirtuar el papel de los trabajadores en la
sociedad, intentando echar por tierra las ideas y la política propias de la
clase obrera, se han valido de todos los medios para lograr la acogida de las
ideas burguesas en el seno del movimiento sindical que en la actualidad
predominan en su dirección y están en constante ataque a las ideas proletarias,
lo que se ve reflejado en todos los aspectos de la lucha obrera, incluso en una
fecha tan importante como esta en la cual podemos ver, por un lado, el sector
consecuente con la causa de los trabajadores reivindica el día internacional de
la clase obrera entonando La Internacional, Himno de todos los obreros del
mundo, haciendo de esta una jornada de movilización y denuncia donde se
pronuncian discursos revolucionarios con ideas de avanzada y a través de
consignas concretas se exige solución a los principales problemas inmediatos
que aquejan a la clase obrera en general y se proclama la necesidad de poner
fin al sistema de la explotación asalariada; por otro lado, se encuentran
quienes afines a las ideas burguesas convocan a celebrar el “día del trabajo”,
sus discursos expresan únicamente los intereses electorales de los partidos
políticos que usurpan la dirección de los sindicatos y con ellos sus recursos
económicos y materiales en beneficio de su actual agenda política de respaldo a
la paz de los ricos, sus consignas giran en torno a la conciliación entre las
clases y a esperar que todo se resuelva con alegatos politiqueros en las
instituciones del Estado.
En la actualidad las condiciones de vida de
los trabajadores colombianos no son muy distintas a la época de los mártires de
Chicago: salario miserable, jornadas extenuantes, inoperante sistema de salud, riesgos laborales… que junto con la actual
política anti-obrera de reforma pensional, despidos, tercerización, persecución
sindical, entre muchos otros padecimientos, despiertan la rebeldía e
inconformidad con la difícil realidad que enfrentan a diario los trabajadores,
lo que pone de manifiesto la necesidad de rescatar la independencia de clase
del movimiento sindical para que pueda cumplir su papel y dar respuesta a la
problemática de los obreros en Colombia.
Es por ello que
la Escuela Sindical María Cano hace un llamado a todos los compañeros
trabajadores especialmente a los tercerizados, a los auténticos dirigentes de
masas y a los sindicatos consecuentes con las enseñanzas de los obreros de
Chicago, a participar en el Bloque Internacionalista y Revolucionario que
saldrá el Primero de Mayo en las principales ciudades con banderas, pancartas,
discursos y consignas acordes con la posición de clase del proletariado.
Gaceta Sindical Independiente No. 1
febrero de 2016
Nace la GACETA SINDICAL INDEPENDIENTE
Han
pasado ya no pocos años laboriosos de la Escuela Sindical María
Cano, con avances y estancamientos, como es natural hoy en un
Movimiento Sindical donde todo aquel que denuncie la política
burguesa de su dirigencia, encontrará oposición, intriga y mala
propaganda. Pero también es muy cierto, que cuando la labor se
corresponde a los intereses de la clase obrera, cuando toca con sus
reales problemas, entonces encuentra el apoyo y aprobación de la
Base, razón por la cual esta Escuela ha podido subsistir en medio de
tantas dificultades.
Justamente
así ha sido la historia de la Escuela Sindical María Cano, cuando
ha trabajado bien e infatigablemente, ha encontrado el respaldo
irrestricto de los obreros; pero cuando ha disminuido su labor
educativa deja campo libre a la influencia del sindicalismo burgués
para aislarla de los obreros y quitarle apoyo material.
La
Escuela Sindical María Cano es una institución de los trabajadores,
creada para contribuir a la Reestructuración del Movimiento
Sindical, especialmente en el terreno ideológico mediante la
educación y la propaganda; pero también en el terreno práctico
mediante la asesoría y orientación en la lucha y organización
independiente de los obreros.
Aunque
de tiempo atrás esta Escuela decidió publicar un Órgano de
Expresión a la manera de un Boletín, no han faltado dificultades y
cierta vacilación en la lucha por hacer realidad esta necesaria
publicación. Pero hoy por fin podemos exclamar: ¡Compañeros
Trabajadores, tenemos ya ese Órgano de Expresión y se llama GACETA
SINDICAL INDEPENDIENTE!
para servir al Movimiento Sindical en su deber de contribuir a elevar
la conciencia de clase de los esclavos asalariados.
Será
un INSTRUMENTO de propaganda a la Plataforma de Lucha del Movimiento
Sindical Independiente, propuesta por la Escuela Sindical María Cano
como la Base de Unidad de los obreros en su lucha por la
Reestructuración del Movimiento Sindical.
Será
una TRIBUNA para denunciar la crueldad de la explotación asalariada,
la sumisión conciliadora del sindicalismo burgués, la persecución
sindical por patronos y gobernantes, y el terrorismo estatal contra
los dirigentes sindicales y contra las luchas obreras y populares.
Será
un ALTAVOZ para difundir las luchas de los trabajadores asalariados,
exaltar sus triunfos, explicar las causas de sus derrotas pasajeras,
y relacionarlas con el objetivo general del Movimiento Obrero, cual
es, romper para siempre las cadenas de la explotación asalariada.
La
Escuela Sindical María Cano confía plenamente en el respaldo obrero
a esta publicación destinada a golpear y destrozar la política del
sindicalismo burgués que impide al Movimiento Sindical servir a la
lucha obrera. La continuidad y el sostenimiento de esta Gaceta
Sindical Independiente,
depende por entero del apoyo consciente, intelectual y económico de
quienes no tienen nada que perder; solo así se podrá mantener esta
publicación, difundirla en lo profundo de las fábricas y por el
infinito campo de los medios digitales.
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