Tribuna Sindical


Gaceta Sindical Independiente No. 5

Diciembre de 2016


¡Contra los despidos masivos: unión y organización de los despedidos!

Una de las formas clásicas de los capitalistas para mantenerse a salvo en las continuas crisis de su sistema, es asegurar su cuota de ganancia y trasladar el costo de la crisis a la espalda del trabajador, a través del despido en masa, reduciendo en gran medida los costos de producción y aumentando la explotación de los trabajadores en activo, obligándoles a suplir las labores de los puestos de trabajo de los despedidos; sin olvidar que el aumento del desempleo es condición propicia para mantener el salario por el suelo.
En Colombia en los últimos años a causa de la crisis mundial capitalista se han realizado cientos de miles de despidos en las principales ramas de la industria, dirigidos a acabar las organizaciones sindicales y sus respectivas convenciones colectivas, muchos de estos despidos francos o disfrazados de “arreglos de común acuerdo” han conseguido diezmar las organizaciones obreras, sin que la cosa pare allí pues la patronal viene por todos, como lo demuestra la tendencia al levantamiento de fueros contra directivos de agremiaciones tales como: sintraemcocables, sintrapazdelrio, ugetrans, unitrapelpak, unitralag, sintraindega, sinaltrainbec, sinalTraconcreargos, entre muchos otros.
Frente a este ataque los sindicatos deben ser consecuentes con su papel como organizaciones defensoras de los intereses de los trabajadores y romper con la idea burguesa que ha cogido carrera en el movimiento sindical consistente en dejar los despedidos a la deriva como una masa ajena a la organización obrera o limitándose únicamente a acciones jurídicas equivalentes a someter la lucha de los trabajadores a las decisiones del Estado burgués. Contrario a esta mala práctica sindical es comprender que las acciones jurídicas muchas veces se necesitan, pero lo determinante es la lucha directa, por lo que deberán esforzarse para movilizar a los despedidos como una fuerza pujante, capaz de repotenciar el movimiento sindical, puesto que de seguro cientos de miles de trabajadores despedidos movilizándose en las calles del país inclinarían la balanza de la lucha de clases a favor de la clase obrera.
Este problema de los despidos masivos y el desempleo no puede mirarse con indiferencia por el resto de los trabajadores ya que empuja a los sectores más pobres del pueblo al pauperismo y la delincuencia, duros azotes de las familias trabajadoras. De ahí que la lucha contra los despidos masivos, más que justa es indispensable para evitar la degradación física y espiritual de la clase obrera.
Aun cuando en la actualidad el movimiento sindical se encuentre huérfano de una dirección consecuente con su papel histórico en la sociedad, aquellos trabajadores víctimas del despido, no deben perder la fe en la lucha, por el contrario deben organizarse en comités de despedidos y de la mano de las organizaciones sindicales más consecuentes, organizar la lucha conjunta contra la creciente ola de despidos, lucha que seguramente despertará la simpatía y recibirá el apoyo del más amplio sector del sindicalismo y del pueblo en general.


Gaceta Sindical Independiente No. 4

Septiembre de 2016



Lucro en la Salud es Enfermedad Para el pueblo


Desde la expedición de la Ley 100 de 1993, propuesta realizada y defendida por el señor Álvaro Uribe, sustentada en los artículos 48 y 49 de la Constitución Política de 1991, auspiciada por el gobierno del señor César Gaviria, el sistema de salud en Colombia se volvió un negocio donde la lógica, como la de cualquier empresa, es máxima ganancia a menores costos. Sistema de salud creado para que el fondo con el cual funciona sea público, ya que a él llegan los parafiscales y parte de los impuestos que paga todo el pueblo colombiano, pero en realidad los beneficios son para las entidades privadas, los intermediarios en salud, las EPS, beneficios y ganancias realizadas sobre los miles de pacientes muertos por procesos y tratamientos nunca realizados, sobre los miles de lisia-dos, sobre los pacientes obligados a tener que soportar el sufrimiento permanente en sus casas, sin atención y sin esperanza solamente condenados a morir.
Pero si el actual modelo de salud y sus dueños se ha ensañado en un sector, ha sido con sus trabajadores. Despidos masivos, rebaja de salarios, condiciones de vida precarias, recarga de trabajo, asesinatos a dirigentes sindicales, tercerización laboral, discriminación, desaparición de sus organizaciones sindicales, entre otros. En este momento una gran parte, más o menos 250 mil trabajadores tienen contratos de prestación de servicio y frente a todos los servidores públicos del Estado su salario está muy por debajo del 50%.
El desmedro en la salud garantiza que los dueños del sistema amasen fortunas; dueños entre los cuales están congresistas, expresidentes, gobernadores, alcaldes, secretarios de salud. Los mismos que presionan para que de una vez por todas sea liquidada la red pública hospitalaria y les sea entregado todo el negocio para mayor lucro.
Para cumplir con este propósito de entregar el negocio de la salud, el gobierno de la “prosperidad, la paz y de la equidad”, a través del ministerio de salud ha empezado a implementar lo que han denominado MIAS (modelo integral en salud) que es parte de la política integral en este terreno, cuyo objetivo según el gobierno, es hacer más eficiente el actual modelo de salud garantizando la atención a toda la población, pero en realidad busca culminar con la privatización del sector, para lo cual hay un plazo de 5 años donde no quedará ningún hospital público y de esta manera se consolidará el negocio en dónde participarán tanto los inversionistas nacionales como extranjeros (el negocio de la salud en Colombia maneja más de 50 billones de pesos).
El MIAS, persigue ampliar aún más el margen de ganancia rebajando los costos que significa la atención de los usuarios. Por un lado implica un plan de “beneficios” más restringido para los usuarios, es decir un POS más limitado; y por otro lado, la liquidación de las plantas de personal de los hospitales públicos, tercerizando los procesos y por ende rebajando los salarios Con este fin fusionarán hospitales, como ya lo han hecho en Bogotá, que de 22 hospitales sólo han quedado 4, con administraciones centralizadas y con la reducción de las plantas de personal. Se han incrementado el recargo de trabajo y las enfermedades laborales; y ha disminuido la calidad de la atención.
La recuperación de los servicios de salud para el pueblo se puede lograr con el aumento de la lucha, no sólo de los sindicatos del sector, sino de todo el pueblo, porque de una u otra forma todos están inmersos en el problema, bien sea como usuarios o como trabajadores; Las organizaciones sindicales, campesinos, estudiantes, médicos, el pueblo en general deben organizar un frente común para echar atrás la privatización de la salud imponer el derecho a una salud digna, eficiente, oportuna y de calidad, derecho plasmado en la Constitución Política de Colombia Promover la movilización, haciendo realidad el paro nacional, exigiendo la derogatoria de la Ley 100. Los trabajadores no deben guardar ilusiones creyendo que los proyectos de ley presentados al congreso van a cambiar la situación de la salud de este país. Estos proyectos de ley sólo han servido de distractores de la lucha contra este modelo de salud que ha dejado más muertos que el conflicto armado en Colombia.
¡Profundizar la explotación en el sector salud es la meta del gobierno, luchar por la salud para el pueblo debe ser la meta de los trabajadores! No más muertos en las puertas de los hospitales


Gaceta Sindical Independiente No. 3

Julio de 2016


CLARA LÓPEZ: REPRESENTANTE DE LA BURGUESÍA EN EL MINISTERIO DEL TRABAJO


El  Ministerio  del  Trabajo,  institución  del  Estado  que está al servicio de las clases económica y políticamente dominantes, es un instrumento de explotación del trabajo asalariado por el capital, aunque aparente estar al servicio de los trabajadores en defensa de las leyes que regulan el contrato existente entre trabajadores y patronos.

Hoy, al frente de ese instrumento está la señora Clara López Obregón quien fue nombrada siendo presidenta del  Polo  Democrático Alternativo  –  PDA,  un  partido autoproclamado de izquierda que se pone el disfraz de pueblo para actuar igual que todos los demás partidos burgueses. Tiene afiliados de la crema y nata de la burguesía, como doña Clara y otros que han pasado por ese Partido, no sólo con sus ideas sino con su origen de clase.

La señora Clara López, sobrina nieta del ex presidente López Pumarejo encontró en el Polo un nicho para hacer su carrera política con los intereses individuales que puede tener cualquier político burgués. Este partido se ha prestado para ello debido a que se caracteriza por su doble forma de actuar para quedar bien con el gobierno y con sus seguidores. Habla muy duro cuando de repudiar actos en contra de los trabajadores se trata, pero cuando hay que ser consecuente con sus palabras y llega el momento de defenderlos de verdad, se apagan sus voces, usan a los dirigentes para acallar el clamor popular y las ganas de muchos de lanzarse a la lucha para detener tanta ignominia en contra de los trabajadores.

Una de las posiciones políticas del Polo, decidida por resolución en su último Congreso, es de doble cara: por un lado oposición al gobierno de Juan Manuel Santos y por el otro apoyo a la paz, principal política de gobierno que ha sido guerra para el pueblo. De ahí el nombramiento de la presidenta del Polo en el Ministerio de Trabajo, y la aceptación sumisa de ese partido argumentando desvergonzadamente que es una decisión personal.

En medio de ese pantano de posiciones el nombramiento de Clara López en el Ministerio de Trabajo ocurre sin traumatismos porque sus ideas son todas encaminadas a continuar las políticas del gobierno de turno en contra de los trabajadores. Es partidaria de que la reforma pensional avance en detrimento de los trabajadores; que la edad de pensión para las mujeres aumente hasta alcanzar la de los hombres. Esa es su política de “equidad de género”. Que la pensión sea mínima universal, no más del salario mínimo para los trabajadores si es que logran obtenerla.

Según  ella,  los  responsables  de  la  informalidad  son todos y ninguno como en Fuente Ovejuna. No dice que el imperialismo, el Estado, el gobierno y los patronos son los responsables, interesados y beneficiados con esta política.

Como cualquier político burgués, Clara López engaña al manifestar que en el Ministerio están haciendo política pública para incorporar al trabajo decente a enormes sectores de la población que están por fuera de la seguridad social, del salario mínimo legal, de las garantías de un trabajo digno y decente, escondiendo que el salario mínimo impuesto con apoyo de los dirigentes de las Centrales Obreras y el beneplácito de partidos politiqueros como el Polo, hace muchos años es insuficiente para la vida digna de los trabajadores y que además año por año se ha rebajado tanto en poder adquisitivo, como en derecho a devengar por las horas extras y las nocturnas trabajadas, puesto que en Colombia los explotadores decidieron que la noche empieza a las 10:00 p.m.

Concluimos con estas perlas emanadas del discurso de la Ministra que seguirá actuando acorde con las políticas que el sistema capitalista y el gobierno de Santos necesitan para explotar aún más la fuerza laboral. Los trabajadores deben levantar sus propias reivindicaciones y luchar por ellas con independencia de la burguesía secundada por partidos que se dicen de izquierda pero que en realidad están entregados y atados al capital.

Que la señora López se proclame de izquierda no significa que lo sea, no significa que como Ministra de Trabajo vaya  a  favorecer  a  los  trabajadores  y  los  sindicatos. A  pesar  de  sus  palabras,  su  política  es  contribuir  a rebajar salarios y prestaciones sociales, atropellar a los trabajadores, continuar las políticas de su presidente Santos y el apoyo incondicional a los empresarios.   Son conocidas las experiencias de lo que hace el Ministerio de Trabajo en manos vende-obreras; por ahí han transitado dirigentes  de  la  CUT  como  Jorge  Carrillo, Angelino Garzón y Luis Eduardo Garzón, quienes se prestaron para respaldar a los empresarios y al gobierno.
Garzón es el firmante del Decreto 583 que generaliza la tercerización. De igual forma pasará con la señora López Obregón a quien no le temblará la mano para firmar los decretos que rebajen derechos a los trabajadores como lo han hecho sus antecesores tanto de izquierda como de derecha en ese Ministerio.

Gaceta Sindical Independiente No. 3

Julio de 2016

INTERMEDIACIÓN Y TERCERIZACIÓN LABORAL EN CHEC – EPM


En tiempos de crisis económica, social, laboral, los trabajadores llevan la peor parte; las organizaciones sindicales   son   las   defensoras   naturales   de   sus derechos, sin embargo hoy nos encontramos con muchas de estas organizaciones confabuladas con los patrones, convertidas en verdugos de los trabajadores. Aquí presentamos una denuncia que se constituye en claro ejemplo de este tipo de prácticas aberrantes.

La   Central   Hidroeléctrica   de   Caldas   CHEC - EPM  desconoce  la  ley colombiana  vinculando  a sus trabajadores con contratos llamados labores misionales, aunque están prohibidos por la ley; hace procesos de licitación que se adjudican a quien haya hecho la oferta de menor valor, lo cual implica rebaja en los salarios que hoy son equivalentes  a los que se pagaban en 2009; desconoce  a los trabajadores, pero a la vez les exige rendimiento y eficiencia; adicionalmente los dueños se turnan por varios años los contratos de diferentes procesos, convirtiéndolos en un carrusel de la contratación.

Aún así estos contratistas de la CHEC-EPM no están satisfechos,  también  hacen fraude en el suministro de la dotación; en la liquidación de la horas extras, de  los  viáticos  y  del  transporte;  no  permiten  que los trabajadores tercerizados tomen el transporte utilizado por los funcionarios directos de la CHEC (aunque el trabajo que deben realizar sea en lugares distantes o fuera de la ciudad); violan el derecho de asociación; practican requisas permanentes a sus efectos personales; y les dan trato discriminatorio y humillante.

Estos trabajadores  tercerizados  llevan entre 5 y 20 años contratados por obra-labor, firmando cada seis meses con la permanente  zozobra del despido, por lo cual ellos y algunos trabajadores de planta de la CHEC - EPM, hace nueve meses iniciaron un proceso de unidad, organización y lucha contra la nociva política de tercerización e intermediación laboral. Su principal reivindicación  es exigir a la empresa que los reconozca como trabajadores suyos para lo cual se organizaron en SINDIREDES (sindicato nacional de industria de los trabajadores  de la energía y los servicios  públicos  domiciliarios);  el siguiente  paso es luchar contra todos los demás atropellos que están cometiendo la CHEC y sus empresas contratistas.

La CHEC-EPM que presume de ser cumplidora tanto de los tratados laborales internacionales, como de la legislación colombiana en la misma materia, orientó y  ordenó  a  sus  empresas  contratistas  desconocer los derechos  de este nuevo sindicato. A lo anterior se sumaron los dirigentes de Sintraelecol Caldas (sindicato de los trabajadores de planta), porque consideraran que SINDIREDES representa una amenaza, tanto para ellos como para los intereses de la empresa, en una clara y vergonzosa posición patronal.

La CHEC-EPM primero, desconoció el pliego de peticiones y segundo, en complicidad con los dueños de los contratos, despidió trabajadores afiliados a SINDIREDES,  aduciendo que no los necesitaba en las bocatomas, ni en las plantas de generación.

En  su afán  de acabar  con  este  novel  sindicato,  la CHEC-EPM no reconoce la falta que hacen los trabajadores  despedidos,  por lo tanto ha dejado de producir  energía,  dándose  el lujo de dejar  inundar las plantas y botar el agua para no generar energía, tratando así de demostrarle al país que no necesita los operadores.

Entre tanto los dirigentes de Sintraelecol Caldas, secundando  a la empresa,  persiguen  y amedrentan a  los  trabajadores  de  planta  que  se  organizaron en Sindiredes y desmoralizan a los trabajadores contratistas, con el fin de acabar con esta nueva organización sindical.

A pesar de todas estas vicisitudes SINDIREDES ha logrado mantenerse firme, continúa en la lucha y se fortalece cada día más, convencido de que su lucha es más que justa.


Gaceta Sindical Independiente No. 2

Mayo de 2016

OTRO REGALO DEL MINISTRO GARZÓN PARA LOS CAPITALISTAS



Una vez más la política del gobierno de Santos a través de su Ministro Garzón, profundiza la tercerización laboral en Colombia, con el decreto 583 que le deja aún más manos libres a los empresarios para hacer lo que quieran con los trabajadores. Para despistar a los obreros el decreto dice:

“El Gobierno Nacional, bajo la coordinación del Ministerio del Trabajo, adoptará la política nacional de trabajo decente, para promover la generación de empleo, la formalización laboral y la protección de los trabajadores de los sectores público y privado. Las entidades territoriales formularán políticas de trabajo decente en sus planes de desarrollo, en concordancia con los lineamientos que expida el Ministerio del Trabajo”.

Este es uno de los considerandos del decreto 583 que para los trabajadores es pura demagogia para disfrazar su verdadera intención de servirle a los empresarios, a los capitalistas, porque este decreto lo que hace es blindar a las empresas para tercerizar y evadir las sanciones; y si antes lo hacían, ahora cuentan con toda la libertad que les brinda la ley burguesa.

Según este decreto pueden ser exonerados de las sanciones si vinculan directo a la empresa un trabajador como lo dice en el Artículo 2.2.3.2.8:

“Reducción de las sanciones. La reducción de las sanciones impuestas por el Ministerio del Trabajo, a que hace referencia el numeral 2 del artículo 16 de la Ley 1610 de 2013, se aplicará en forma proporcional al porcentaje de trabajadores afectados en cada uno de los proveedores que el beneficiario sujeto a la sanción vincule a su planta en forma directa, mediante contratos que cumplan el principio constitucional de estabilidad en el empleo, en un máximo de veinte por ciento (20%) de su valor por cada año que se mantenga la relación laboral directa y hasta el cien por ciento (100%) de condonación de la misma luego del quinto año de vinculación”.

O sea que las empresas si están amenazadas por sanciones, las pueden evitar vinculando trabajadores directos (uno, dos y tres) que frente a miles de trabajadores que tiene Femsa Cocacola por ejemplo, no significa nada, porque la tercerización laboral es parte del negocio de los capitalistas y lo que les permite aumentar sus ganancias a costa del sudor de los trabajadores.

Además que con la figura de la intermediación laboral logran maniatar la lucha de los trabajadores, y quienes se atrevan a organizar sindicatos podrán ser más perseguidos por las empresas. Lo que ya vienen realizando se intensificará.


Realmente la tercerización se logrará echar atrás si se lucha de conjunto como clase conquistando su independencia en el movimiento sindical, organizando su lucha como parte de la lucha del pueblo en general, vinculándose a la preparación de una huelga política de masas que movilice al pueblo en las calles y afecte la producción a nivel nacional. Los capitalistas no nos regalarán nada, por el contrario todos los días legislarán contra la clase obrera, porque tienen a su servicio al gobierno de Santos y las instituciones del Estado, como el Ministerio de Trabajo al mando del anti-obrero Luis Eduardo Garzón.

Comentarios

  1. ioso aporte y que importante es saber como la ideología de clase es vendida por alguien que en su momento dijo sentir la explotación laboral. Indignados y traicionados nos sentimos los trabajadores que creímos en una central obrera que sólo usó a los trabajadores para subir a puestos representativos del gobierno. Que asco sindicalistas como estos, jamás sintieron en carne propia la identidad de clase, deberían aprender de marx que sin ser un obrero dio toda su vida por ellos. Muchas gracias por su aporte.

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