Alza General de Salarios, Prioridad Inmediata

..la resistencia periódica que los obreros oponen a la rebaja de sus salarios y sus intentos periódicos por conseguir una subida de salarios, son fenómenos inseparables...

Karl Marx

Panorama desolador para los trabajadores de este país ver que se erigen como sus representantes los mismos inconmovibles e inamovibles personajes negociadores que hace bastantes años ya, están separados de la clase trabajadora tanto en el vínculo laboral como en las ideas.

Estos personajes salidos de las entrañas de la CUT y la CGT no han conseguido aumento de salarios, solo rebajas. No están dispuestos a defender los intereses de los trabajadores sino de los patrones y del gobierno. Ya no se toman la molestia ni siquiera de mostrar la teatralidad de la negociación de aumento salarial. La desidia con la que se ocupan de este asunto solo les permite abandonar la negociación para que el gobierno otorgue por decreto el pírrico aumento salarial como una miserable limosna que luego la arrebata con el alza de todos los productos y servicios de la llamada canasta familiar.

Estos autoproclamados representantes de los trabajadores son salidos de las entrañas de las centrales obreras, de cuya gestión, haciendo un somero análisis, fácilmente se puede comprobar que los logros que han obtenido han sido para la clase que representan, es decir, para los capitalistas en desmedro de los trabajadores que dicen representar.

En contraprestación los capitalistas les garantizan que pueden tener una vida medio aburguesada con un salario que dista mucho del mínimo que negocian, aislados de los trabajadores porque ya no tienen una ocupación ni un puesto de trabajo en la fábrica, su Nuevo estatus los ‘obliga’ a levitar, viajan en camionetas blindadas, sus hijos no estudian en la escuela pública, su ropa ya no la compran en lugares populares, sus varias vacaciones al año son giras por fuera del país, estos y otros beneficios es el pago que reciben de la burguesía para torpedear cualquier intento de lucha de los verdaderos trabajadores, luchadores que si tienen que partirse el lomo con el trabajo de la fábrica y además están obligados a mal vivir con el salario que devengan.

Por si esto fuera insuficiente para ampliar la brecha entre la dirigencia burócrata y los trabajadores, aquellos tratan a estos con despotismo, malos tratos, desprecio y aplastamiento a cualquier intento que hagan por emanciparse tanto del patrón como de sus maltratadores ‘compañeros’ que llevan aferrados en el poder sindical por décadas.

En los años que llevan desde su fundación las actuales centrales obreras, no han dirigido una sola lucha en contra de la arremetida patronal que ha arrebatado los salarios y las prestaciones sociales. Progresivamente se han perdido tanto Convenciones Colectivas como derechos adquiridos con sangre y sudor de trabajadores.

Nada hicieron en contra de la Ley 50 que modificó el código sustantivo del trabajo con el cual se perdieron garantías, la principal de ellas, las cesantías. Antes de la nueva Ley se acumulaban para liquidarse con el último salario devengado. Hoy se liquidan anualmente; luego en el año 93 patrocinaron el fin de la Salud para los trabajadores con su impasibilidad ante la entrada en vigor de la Ley 100; cerraron los ojos para no ver que la noche inicia a las 6:00 p.m. y no a las 10:00 de la noche; todas las huelgas donde ellos están se negocian por lo bajo o se pierden, en fin el espacio en esta cuartilla es insuficiente para enumerar todas las bellaquerías que han permitido y siguen permitiendo en contra de los trabajadores.

Es hora de decirles BASTA YA! No los queremos como asesores, ni como representantes de nada! El alza de salarios la deben negociar los trabajadores que representen a su clase.

Solo los trabajadores pueden frenar tanto abuso, en sus manos está elegir a sus verdaderos representantes. Hay que romper la inercia, debe ser un objetivo a corto plazo cambiar los sempiternos y negligentes Julio Robertos por verdaderos antagonistas del otro lado de la mesa! Un alza general de salarios es una prioridad para los trabajadores, quienes están expuestos a su degradación física y espiritual de no conseguirse pronto.