NO A LA FARSA DE LA PAZ, LUCHEMOS POR LA INDEPENDECIA DE CLASE

(Gaceta Sindical Independiente No. 03 --Julio de 2016--Palabras Del Editor)

Bajo la bandera de los diálogos de paz del Gobierno de Santos con las Farc en La Habana, se han arrastrado la gran mayoría de los dirigentes sindicales de las centrales obreras. Por ello la Escuela Sindical María Cano en defensa de la independencia de clase del Movimiento Sindical, reafirma su denuncia a la farsa de presentar esa negociación como la paz para el pueblo, por ser un gran engaño para los trabajadores.

Mientras se habla de paz en La Habana, a la clase obrera y al pueblo colombiano se les impone una avalancha de leyes, medidas y hechos reaccionarios y antipopulares tales como el Decreto 583 que generaliza la tercerización laboral; privatización de empresas como la ETB; despidos de trabajadores enfermos; rebaja del salario; alza en impuestos y servicios públicos; asesinato de dirigentes y activistas sindicales, sociales, campesinos e indígenas; mayor criminalización de la protesta popular con el Código de Policía. Mientras Santos habla de paz le hace la guerra al pueblo colombiano.

En cuanto a las Farc, desde hace tiempo dejaron de ser una expresión armada de los campesinos para convertirse en aliadas de las explotadoras clases dominantes, como lo confirma el abrazo de los jefes guerrilleros con los enemigos del pueblo a cambio de una tajada del despojo y de unos cargos en las instituciones del Estado.

Con la firma de la paz en La Habana se está refrendando el despojo de los campesinos y afianzando el desarrollo del capitalismo agrario a sangre y fuego como lo han hecho la empresa Argos y el Grupo Sarmiento Angulo entre otros muchos, que compraron a precio de huevo la tierra arrebatada a los campesinos cuyo destierro sobrepasa los 7 millones de desplazados. A los jefes de las Centrales Sindicales se les “olvida” el enriquecimiento de los grandes capitalistas a cuenta de los pobres del campo; pero en cambio esos jefes remarcan el apoyo a la falsa paz de Santos y lo peor es que convocan a los Sindicatos a respaldarla; es decir, a respaldar el gran negocio que han hecho los capitalistas en esta guerra, a quienes solo interesan los trabajadores del campo en calidad de nuevos esclavos asalariados, sin tierra y con mano de obra barata.

En el Movimiento Sindical se señala a quienes dicen la verdad sobre el significado de este acuerdo de paz y a quienes muestran que la democracia de los ricos es dictadura para el pueblo como enseña la historia de las sociedades divididas en clases. Esta estigmatización es un ardid para engañar incautos, pues son los dirigentes de las Centrales Sindicales, quienes ponen a los obreros en la falsa disyuntiva de escoger entre Santos o Uribe, cuando en los hechos esos jefes sindicales al apoyar la reelección de Santos y a su farsa de paz, en realidad respaldan la política fundamental de las clases dominantes: explotar al pueblo y reprimirlo bajo su dictadura. Santos y Uribe han sido jefes burgueses de la guerra contra el pueblo; ambos representan intereses de clase reaccionarios; ambos son beneficiarios del despojo a los pobres del campo. Sus diferencias frente al Acuerdo en La Habana, equivalen a las diferencias de los bandidos por el reparto del botín. No hay opción para escoger, ambos son nocivos.

La Escuela Sindical María Cano no apoya la mentira de que la paz de La Habana es paz para los trabajadores. Como institución educativa de los obreros tiene la obligación de hacerle saber al Movimiento Sindical que la paz de los ricos es guerra contra el pueblo, quien durante los cuatro años de los diálogos ha padecido el incremento de los atropellos, de los despidos injustos, del hambre y la miseria.

El compromiso de los Jefes de las Centrales Sindicales con la política pacifista de los patronos y el gobierno, muestra  la  urgencia  de  rescatar  la  independencia  de clase del Movimiento Sindical con respecto al Estado, a las clases dominantes pro-imperialistas y a sus partidos, para que pueda de verdad defender los intereses obreros, unir y dirigir la lucha de los trabajadores del campo y la ciudad.

Comentarios

  1. Es muy cierto trabajan al pueblo y la clase trabajadora fingiendo que los estan ayudando con politacas de seguridad y estavilidad laboral pero lpor otro lado les estan enterrando un cuchillo para reprimir más al pueblo.

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