División sindical, victoria patronal


Los patrones le temen a la unidad de los obreros porque cohesiona y da fuerza a la lucha sindical. La división de los obreros solo favorece a los patrones, estos apadrinan, apoyan y defienden los sindicatos patronales para dividir y debilitar la lucha de los trabajadores.
Aunque es un hecho objetivo que los obreros se encuentran del mismo lado, frente al patrón, esto no implica que estén de acuerdo en todo y que no existan diferencias entre ellos; por el contrario existe una serie de condiciones como la desorganización, falta de conocimiento, de experiencia, diferencia de opiniones, etc., que generan contradicciones entre los trabajadores y al interior de sus organizaciones sindicales, ante lo cual se manifiesta una tendencia a resolver los problemas “partiendo cobijas”, es decir, dividiendo los sindicatos.
En cuanto a esta tendencia es necesario tener presente que las contradicciones entre trabajadores NO son antagónicas o irreconciliables y por tanto deben tratarse diferente a las contradicciones con el patrón, para lo cual la experiencia histórica del movimiento obrero ha heredado a los trabajadores un arsenal de enseñanzas que si se practican en los sindicatos, evitarán su división.
Algunas de estas enseñanzas son:
1.  La crítica oportuna y respetuosa hacia los demás, buscando ayudar a corregir los errores, NO buscando atacar al compañero.
La autocrítica, es decir el reconocimiento de los errores propios con el leal compromiso de corregirlos.
2.  Toda discusión que se dé al interior de una organización obrera parte de un nivel de unidad, se da el debate, los argumentos y la lucha de ideas buscando un nivel mayor de unidad, NO buscando dividir la organización.
     Se discute entre compañeros, NO para destruirse los unos a los otros sino para elevar el nivel de comprensión al interior de la organización.
3.  Sacar lecciones de los errores ya cometidos para evitarlos en el futuro, es esta la manera de sacar provecho a las derrotas.
4.  No cansarse de educar tanto a las bases como a los dirigentes, siempre hay algo que enseñar y mucho que aprender.
5.  Unirse en el trabajo con compañeros que tengan opiniones diferentes a las propias.
6.  Evitar el menosprecio hacia las ideas u opiniones de los demás afiliados y en la medida de lo posible tenerlas en cuenta a la hora de analizar los problemas y dar las orientaciones. Los dirigentes no deben tomarse la libertad de pensar por los demás, por el contrario deben aprovechar todas las inteligencias y ampliar así la capacidad de razonamiento de la organización obrera ya que de esta manera garantizan la dirección colectiva de la misma.
Dividir los sindicatos es atomizar la fuerza y capacidad de lucha de los trabajadores y facilitarle al patrón el trabajo de golpear una serie de pequeños y dispersos sindicatos que no estarán en la capacidad de resistir en la defensa de los muy diezmados derechos de los trabajadores y mucho menos de pasar a la ofensiva por la reconquista de todo lo que la burguesía le ha arrebatado a los obreros.
El propósito es formar un potente sindicato de masas de aquellos que otrora consiguieran las mejores conquistas del proletariado colombiano y que hoy día son una necesidad latente del movimiento sindical.

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