Principios de la Plataforma de Lucha-- Sexta Parte
El segundo aspecto del contenido
fundamental de la Plataforma de Lucha de un Movimiento Sindical Independiente
se resumió en la Gaceta Sindical Independiente No. 1: “La exposición
resumida de la Situación del Movimiento Sindical en Colombia,
sometido a la política de conciliación y concertación con los explotadores, y
cuyos máximos jefes se convirtieron en peleles de los patronos y gobernantes.
De ahí que recuperar el Movimiento Sindical para la lucha e intereses de los
trabajadores, hace necesario Reestructurarlo en la independencia de clase”,
cuyos puntos se explican a partir de esta edición.
Situación del Movimiento Sindical en Colombia - primera parte La Crisis
En Colombia, como en todos los países, el
Movimiento Sindical es una parte del Movimiento Obrero y su lucha hace parte de
la lucha general por la emancipación de la clase obrera, que consiste en acabar
las relaciones sociales de explotación del trabajo asalariado. El Movimiento
Sindical es importantísimo para esa lucha general, porque es la organización
más amplia y movimiento de masas de los obreros, que sirve de correa de
transmisión para movilizar a toda la clase.
Cuando el Movimiento Sindical nació en
Colombia, en las primeras décadas del siglo pasado, no era reconocido por las
leyes del Estado que lo consideraba ilegal y subversivo. Fue la lucha directa
de los sindicatos obreros la que exigió por la fuerza el reconocimiento legal
del Movimiento Sindical. Primero se organizaron y lucharon los sindicatos, y
después se hicieron las leyes que los reconocieron. Desde entonces el
Movimiento Sindical ha sido la principal forma de manifestar la
existencia y lucha del Movimiento Obrero que también incluye al movimiento
más consciente de la lucha general contra la explotación asalariada y de la
independencia de clase de los obreros, cuya expresión suprema y forma superior
de organización es el Partido político exclusivo de la clase obrera y
que en Colombia tiene su propia historia.
También es cierto que el Movimiento Sindical
en Colombia no siempre ha estado en crisis, entendiendo por crisis
un estado de atraso, de estancamiento, de impedimento e impotencia para cumplir
su papel en la lucha de resistencia económica contra la explotación
capitalista, y como parte de la lucha política general de la clase obrera para
acabar el régimen de la moderna esclavitud asalariada. En pocas palabras crisis
del Movimiento Sindical significa perder su independencia de clase y quedar
sometido a servir a los enemigos de los trabajadores. Durante dos períodos en
el siglo pasado predominó la lucha y organización con independencia de clase en
el Movimiento Sindical: de 1924 a 1935 y de 1965 a 1976. Desde entonces, y más
exactamente con la fundación de la CUT en 1986 se inició un ya largo período en
el cual el Movimiento Sindical perdió su independencia de clase.
De ahí que en la Plataforma de Lucha toda
esta situación se resuma así: “El Movimiento Sindical ha sido la principal
expresión de lucha del Movimiento Obrero en Colombia; pero la conciliación y
concertación de clases -política del sindicalismo burgués dirigente en las
viejas Centrales sindicales- lo ha conducido a la CRISIS, al sometimiento ante
la explotación capitalista, a la dependencia de los patronos, de sus partidos y
del Estado. Los promotores y ejecutores de esa política burguesa en el
Movimiento Sindical, son los partidos de corte liberal, socialdemócrata y
oportunista, representantes políticos del imperialismo y de las clases
dominantes”.
Son características de la actual crisis del
Movimiento Sindical: es dirigido por los patronos y el gobierno a través de las
camarillas de las centrales (por ejemplo fue sometido a dar apoyo a la
reelección de Santos y ahora está sometido a servir a la gran estafa de la “paz
social”); se renunció a la lucha huelguística y se impuso la concertación con
los patronos y el gobierno (como lo hicieron a comienzos del 2016 cuando muchos
sindicatos expresaban su apoyo a un paro nacional); está maniatada la lucha por
el salario pues los mismos jefes sindicales son los alcahuetes de la farsa que
cada fin de año rebaja el salario real; en la práctica los sindicatos son
prohibidos y sus huelgas son impedidas mediante los despidos masivos, la
persecución y muerte de los dirigentes honestos; la división del Movimiento
Sindical es asombrosa, ya no solo en tres centrales, sino en múltiples
sindicatos pequeños, minoritarios, dispersos e impotentes en una misma empresa;
se redujo hasta el 4% el porcentaje de trabajadores sindicalizados, por los
impedimentos arbitrarios de la contratación tercerizada y sobre todo, por la
política burguesa dirigente que ha desprestigiado a los sindicatos al
convertirlos en organizaciones inservibles para la lucha y defensa de los
intereses de los trabajadores; han sido entregadas en bandeja a los explotadores
las conquistas obreras de las luchas anteriores (en salarios, contratación y
demás beneficios convencionales).
He ahí, el dantesco cuadro de la crisis
del Movimiento Sindical, o mejor dicho, la urgente necesidad de conquistar
nuevamente la independencia de clase de ese movimiento, para que sirva a los
explotados no a sus enemigos explotadores.
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