Situación del Movimiento Sindical en Colombia - tercera parte

Atacar la raíz de la crisis del Movimiento Sindical


En un Estado como el colombiano, cuya esencia es la dictadura de los explotadores capitalistas, la burguesía cuenta con todos los medios y recursos para dividir el movimiento sindical, esto es, para promover, respaldar y proteger organizaciones sindicales y centrales patronales de bolsillo de los empresarios y opuestas a la educación de los obreros en su conciencia de clase, y por ende, contrarias a la lucha directa por los verdaderos intereses y objetivos de los asalariados. El sindicalismo patronal se caracteriza por usar la organización y la lucha sindical únicamente hasta un límite que no afecte los intereses de los patrones, es decir, siempre y cuando no sobrepase lo aceptable y permitido por los capitalistas y las leyes hechas para proteger sus privilegios.

De ahí, que en las empresas no falten sindicatos patronales generalmente afiliados a las centrales sindicales, de las cuales algunas, como la CTC y la CGT, son abiertamente patronales defensoras de la concertación y la paz laboral con los empresarios, mientras la CUT es solapadamente patronal porque en su dirección la convivencia de posiciones liberales, socialdemócratas y de “izquierda”, se expresa en un discurso anti-patronal y anti-gobiernista, que en la práctica termina en el conciliábulo con las centrales patronales, con las cuales su diferencia no es de fondo sino aparente, tanto así que siempre han marchado al unísono en la farsa anual para rebajar el salario mínimo real, en el escamoteo a la preparación de un verdadero paro nacional, en el apoyo al sector santista de la burguesía y en la prédica de la paz social entre obreros y capitalistas.

En la franja de “izquierda” dentro de la CUT está la posición del llamado “sindicalismo clasista” abanderado por no pocos representantes de partidos políticos que así se digan “comunistas”, “socialistas”, u “obreros”, hace tiempo repudiaron la independencia de clase del movimiento sindical para comprometerse con el unitarismo sin principios que dio vida a la CUT sometida desde su fundación a la dirección política burguesa.

Frente a la crisis del movimiento sindical, la máxima aspiración del “sindicalismo clasista” es corregir el burocratismo de la maquinaria dirigente de la CUT, eludiendo así la raíz profunda de la crisis, cual es, la pérdida de la independencia de clase en la lucha de resistencia contra la explotación capitalista, cuya reconquista exige combatir no solo el burocratismo de los dirigentes sindicales, sino sobre todo y ante todo combatir la política dirigente que sometió el movimiento sindical a la voluntad de los patronos y a servir de tribuna a los politiqueros. Por eso la Plataforma de Lucha para el Movimiento Sindical Independiente planteada por la Escuela Sindical María Cano, dice en el literal c) del punto 2: “Las propuestas del llamado “Sindicalismo Clasista” para resolver la crisis del Movimiento Sindical en Colombia, son inservibles porque pretenden remediar consecuencias de la crisis, tales como la dirección burocrática de la CUT, sin resolver la raíz del problema: la Independencia de Clase”.

El “sindicalismo clasista” al señalar el burocratismo como el problema clave de la dirección de la CUT, asume sin confesarlo abiertamente que la política dirigente de esa central es correcta y solo tiene el defecto del burocratismo en su método de dirección. ¡Grave equivocación! La política dirigente en la CUT es la misma que dirige a las otras centrales: la política burguesa, la política de los patronos. Ocultar o negar que el movimiento sindical perdió su independencia de clase y quedó sometido a la dirección de los enemigos, es cubrirle la espalda al sindicalismo burgués, es dar respaldo de hecho a la dirección burguesa en los sindicatos, es desviar la atención hacia un problema (el burocratismo) que no es determinante sino derivado de la política y los métodos burgueses impuestos en la dirección del movimiento sindical.

Seguramente algunos sindicatos aún siendo afiliados a las centrales, serán proclives a asumir la política revolucionaria de los obreros, para luchar, educarse y organizarse con independencia de clase, lo cual no niega sino confirma la necesidad de la reestructuración entendida como lograr que un sindicalismo con independencia de clase, prime, se consolide y comande el movimiento sindical, en lucha contra la política burguesa abierta y socarrona en las centrales y sindicatos existentes, pero sobre todo, en lucha por la organización del 95% de los trabajadores no sindicalizados en nuevos sindicatos con independencia de clase. 

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