Objetivos del Movimiento Sindical Independiente en Colombia - cuarta parte





Contribuir a la Alianza de los Obreros y los Campesinos



Los obreros y campesinos son las clases trabajadoras más numerosas e importantes de la sociedad colombiana.

Tanto los obreros de la ciudad como los del campo (también conocidos como jornaleros y campesinos pobres), todos tienen de común el que su vida y las de sus familias dependen por entero de un salario, o lo que es igual, en su inmensa mayoría, son trabajadores sometidos a vivir del salario mínimo que hoy se tasa en $828.116, es decir condenados a condiciones cada vez más miserables de vida y más infrahumanas de trabajo, cuando no a los rigores del desempleo. Tales son las “bendiciones” de la superexplotación asalariada en Colombia.

Por su parte los campesinos se diferencian de los jornaleros, porque además de verse obligados a trabajar en la tierra de su propiedad, tienen que contratar mano de obra asalariada para trabajarla.

Pero la dicha de ser propietarios de tierras es muy efímera, pues los campesinos económicamente son arruinados por la alianza entre los terratenientes y los burgueses, cuyas mejores tierras, inmensas propiedades y grandes empresas capitalistas, les permite una gran producción que ahoga y desplaza la pequeña producción campesina, a su vez asfixiada por créditos impagables e hipotecas de los bancos, por el alto costo de semillas, abonos, fungicidas y maquinaria, necesarios para poder competir en el mercado capitalista.   

Como si fuera poco el asedio económico, los campesinos han sido las victimas más numerosas y sufridas de las guerras contra el pueblo colombiano. Primero fueron condenados a matarse entre sí en La Violencia liberal-conservadora de los años 50 del siglo pasado y desplazados en masa a pueblos y ciudades. Después fueron y siguen siendo diezmados en la actual guerra de la coca, masacrados por militares, paramilitares y guerrillas, siendo despojados de sus tierras y desplazados por millones a las grandes ciudades y a otros países.

En tal situación, los obreros y los campesinos, están necesariamente obligados a aliarse contra sus enemigos comunes.

De ahí, que entre los objetivos inmediatos de la Plataforma del Movimiento Sindical Independiente de la clase obrera, está contribuir a la ALIANZA DE LOS OBREROS Y CAMPESINOS, acercando y reforzando mutuamente sus luchas; denunciar y rechazar sin descanso el despojo a los pobres del campo, apoyar sin reserva sus luchas y exigir reparación real para los desplazados.

De hecho, los obreros de las ciudades fueron quienes dieron albergue en sus casas y barrios, a los millones de desplazados en las últimas cuatro décadas. Fueron los obreros de las ciudades quienes asimilaron en sus filas a millones de desplazados, distribuidos en el ejército de proletarios en activo (formales y principalmente, informales), y en el gran ejército industrial de reserva, el de los desempleados.

Por eso la ALIANZA DE LOS OBREROS Y CAMPESINOS conforma la fuerza social más importante para enfrentar y derrotar a los terratenientes y burgueses que los han explotado y humillado por tantos y tantos años.

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