Huelga de Avianca, ejemplo a seguir ¡Atrás el tribunal de arbitramento!

Históricamente la huelga ha sido la forma más organizada de la lucha obrera de resistencia contra la explotación asalariada, y como tal requiere de un grado mayor de consciencia de los huelguistas, de la utilización de los fondos sindicales para que la huelga no sea derrotada por extenuación, de la solidaridad de la clase obrera contribuyendo con aportes económicos, compartiendo ideas afines con otros trabajadores en la misma situación, haciendo presencia en el sitio de concentración, difundiendo el conflicto. Esto último es importante porque las empresas tienen a su favor los medios de comunicación oficiales para desinformar sobre las causas y el devenir del conflicto, mostrando su verdadera esencia como enemigos de los trabajadores, acuden a la justicia para que declare ilegal la huelga, acuden a la policía para golpear a los trabajadores, al Ministerio del trabajo que no es un ente neutral sino que está a favor de la empresa, como acaba de demostrarlo violentando el derecho a la huelga con un Tribunal de Arbitramento que es la legalización de la manguala entre el gobierno y la empresa contra los pilotos.

Cuando las empresas están en crisis recurren a la comprensión de los trabajadores para que no exijan sus derechos o para que los entreguen; pero cuando están obteniendo ganancias infinitas las empresas rebajan salarios, garantías convencionales, despiden a diestra y siniestra, atropellan, exigen reformar la ley, todo para seguir obteniendo ganancias extraordinarias.

El conflicto que se presenta actualmente entre los trabajadores de Avianca y la empresa tiene todas las características de la explotación capitalista. Los pilotos de esta aerolínea tienen varios puntos en su pliego de peticiones, no solo es el nivel salarial, también está la seguridad aérea la vulnerable por fatiga laboral y el derecho a no ser discriminado.

Las exigencias de los pilotos son básicas para el bienestar de ellos, de la tripulación y de los pasajeros, están relacionadas con temas de normatividad, de seguridad aérea y de no discriminación, que se discutieron en la mesa de negociación durante la etapa de arreglo directo del pliego de peticiones, la cual finalizó sin ningún acuerdo por la intransigencia patronal para resolver el conflicto. Por otro lado están los trabajadores contratados por intermediación laboral o tercerizados, quienes exigen que sus contratos se hagan directamente con la empresa.

En redes sociales y en general en los medios de comunicación mucha gente se queja de las  elevadas peticiones de los pilotos, profesionales como los médicos se quejan de esta huelga aduciendo que su profesión médica tiene muchas más horas de trabajo, más sacrificios y están viviendo con un salario ínfimo. La medicina hace unos pocos años estuvo salarial y prestacionalmente bien posicionada, pero los cambios (rebajas) en la salud del país por cuenta de la privatización, la rebaja de la lucha y la entrega de Convenciones Colectivas como la del Seguro Social, por parte de las centrales obreras como la cut, la cgt y demás sindicatos patronalistas, han puesto a los trabajadores de la salud entre ellos los médicos casi que a mendigar, situación que les obliga a seguir el ejemplo de los pilotos: ¡ir a la huelga!

Hay que elevar las condiciones de todos los trabajadores no sólo salariales, también de salud, pensión, seguridad, no discriminación, entre otras. La alianza abierta del gobierno y la empresa contra los pilotos es una alerta para que todos los trabajadores se convenzan que uno de los medios principales de presión y de lucha para no seguir rebajando los miserables salarios de este país, es la huelga, peor es un derecho que hoy pisotean los patrones y el gobierno, y es necesario reconquistarlo por las vías de hecho. Basta ya de ínfimos salarios para los trabajadores y exorbitantes ganancias para los capitalistas, es hora, de cambiar la balanza.

Es hora de comprobar que frente a la explotación del trabajo, la unión hace la fuerza, pues como genialmente desde 1848 lo expresaron Marx y Engels en el primer programa de los asalariados: “La burguesía ha despojado de su aureola a todas las profesiones que hasta entonces se tenían por venerables y dignas de piadoso respeto. Al médico, al jurisconsulto, al sacerdote, al poeta, al hombre de ciencia, los ha convertido en sus servidores asalariados”.